viernes, 4 de diciembre de 2009

Guía de Estudio BPS: Breve Reseña Histórica de la Botánica

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Maturín
Departamento de Ciencias Naturales
Programa de Biología
Cátedra: Biología de Plantas Superiores.


Facilitador: Dr. Nino Omogrosso.



BREVE RESEÑA HISTORIA DE LA BOTANICA


La botánica al igual que otras Ciencias se inició con la colección y clasificación de hechos. La ciencia no se limita a descubrir sucesos si no a encontrar las relaciones que hay entre ellos. Los científicos hacen suposiciones inteligentes o hipótesis que los conocimientos posteriores confirman o desaprueban. La tarea de la ciencia de la botánica es descubrir las leyes que actúan en el reino vegetal. La mayor parte que tiene el trabajo de la botánica es que se dedica a buscar los conocimientos sobre los usos de las plantas en cuanto a la medicina. En este caso la botánica es una ciencia que es independiente de la medicina es relativamente reciente.

Todas las ramas de la botánica se han desarrollado en Venezuela pero no obstante es interesante resaltar que nuestra flora todavía no es bien conocida. La botánica es la ciencia que trata de las plantas no solamente son de gran importancia practica para el hombre, sino que en su estructura y actividades son los seres vivientes más simples por lo que los principios básicos de la vida pueden ser estudiados más directamente en ellas.

En la botánica los hechos estaban relacionados fundamentalmente con las formas y colores y usos de las diferentes plantas. El hombre se ha interesado en las plantas a través de toda su historia. Por muchos años las usó para un fin u otro, pero no existía ciencia de las plantas, no había conocimiento ordenado y sistemático de ellas hasta el tiempo de los griegos. La relación del hombre con las plantas existe desde la aparición del género Homo hace unos 2,5 millones de años y están presente nuestros ancestros más inmediatos. Nuestro origen y antigüedad como especie comienza a clarificarse a raíz de la obra de Darwin sobre el origen de las especies.

El hombre y la mujer primitiva en su búsqueda de alimentos han debido llevar a cabo una inmensa labor de exploración del reino vegetal incorporando a su alimentación muchas plantas silvestres que hoy no se pensarían como fuentes de alimento. La representación más antigua de una Jardín egipcio proviene de una descripción sepulcral de unos 3.000 años a de J.C. El uso de las plantas medicinales dio lugar al desarrollo de las primeras farmacopeas en China, Egipto, India y Asia Menor. Posteriormente se desarrollaron en Grecia y Roma.


LA BOTÁNICA PRIMITIVA

El hombre primitivo observaba las plantas cuidadosamente. En las civilizaciones primitivas, la gente estaba interesada principalmente en las virtudes curativas de las plantas y el primer estudio fue hecho por los médicos. El Papiro de Ebers (1500 A.C) contiene una lista de plantas medicinales y sus usos. Se describen el acanto, los aloes, las habas, el crocus los dátiles, la linaza, la cebolla, la amapola, y muchos y otros.

La naturaleza de las plantas fue estudiada por Aristóteles (384 – 322 A. C) quien vivió con claridad algunos de los amplios problemas de la vida vegetal y animal como maestro y amigo de Alejandro el Grande, fue el primer hombre que se familiarizó con una amplia gama de hechos biológicos.

Se considera a Teofrasto de Eresus (griego 371 – 287 A. C) a quien los botánicos consideran generalmente como el padre de la botánica, hizo clasificaciones del mundo vegetal basándose en caracteres sencillos, reconoció hiervas, arbustos y arboles.

Él tuvo la ventaja de trabajar en el Jardín Botánico de Aristóteles en Atenas donde pudo estudiar la estructura y distribución de las plantas (escribió una obra llamada Plantarum, describe alrededor de 500 especies de plantas). El más interesante para los botánicos es está la “Historia de las Plantas” porque allí están descritos y clasificadas por primera vez todas las plantas conocidas entonces, incluye una lista descriptiva de plantas medicinales, lo cual se derivó de la experiencia de los soldados en los ejércitos de Alejandro.

Luego Roma tomó parte en el desarrollo de la ciencia de las plantas a través de la contribuciones de Plinium el antiguo (23 – 79 D. C) cuya historia natural constaba de 37 libros, 16 de los cuales tratan sobre aspectos relacionados con las plantas medicinales, arboles maderables, anatomía vegetal y horticultura. Fue un compendio de hechos y fantasías sobre los seres vivientes, por mucho tiempo fue el almacén de información botánica.

Dioscórides, vivió aproximadamente en el tiempo de Nerón, estudió las plantas por sus propiedades medicinales y tiene por ello históricamente un lugar importante tanto en la botánica como en la medicina. Luego Cratenas (primer siglo antes de Cristo) representaba a las plantas con figuras sin descripciones técnicas y se le conoce como el padre de las Ilustraciones Botánicas. Estos primeros biólogos no se daban cuenta como lo hacemos hoy de la importancia de la disciplina científica, de la observación cuidadosa y la confirmación antes de aceptar un hecho establecido. En el aspecto botánico se produce una contribución muy valiosa en plantas medicinales, comestibles y utilizables como especies.

Por otra parte, el descubrimiento va ha portar nuevos conocimientos de la flora y la fauna y determinará en los siglos siguientes se organiza expediciones para el reconocimiento del nuevo continente. El resultados de estas expediciones se le incrementan las colecciones y los jardines botánicos comienzan a reunir no solamente plantas medicinales sino también vegetales procedentes del Nuevo Mundo.
LOS HERVORISTAS

Después del periodo clásico la botánica se oscureció por el eclipse que sufrieron todas las ciencias de la Edad Media. En los comienzos del siglo XVI un grupo de botánicos que vivían en el Valle del Rhin y sus regiones adyacentes, comenzaron a explorar el reino vegetal de nuevo por si mismo. Se interesaban en las plantas fundamentalmente por sus cualidades curativas. Pusieron poca atención a las doctrinas de los antiguos, pero se esforzaban por dibujar y describir con fidelidad las varias clases de plantas que crecían en su tierra natal.

La ciencia de la botánica sigue evolucionando y se ve la necesidad de estudiar más para poder agrupar las plantas en forma práctica, de manera de identificarlas fácilmente. Era un hecho que cada vez se manejaba más cantidad de plantas por lo tanto se requirió desarrollar sistemas de clasificación adecuados.


SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE LA BOTÁNICA EN VENEZUELA, ANALIZANDO EL APORTE DE INVESTIGADORES VENEZOLANOS Y EXTRANJEROS EN SU DESARROLLO.

La botánica actualmente es resultado de muchos años de progresos en su desarrollo. Su historia es también típica de la mayor parte de las otras ciencias. Entre los botánicos más prominentes como investigadores extranjeros podemos citar: Andrea Caesalpino (Italiano 1519 – 1603), su obra se llama De Plantis y consta de 16 libros en lo que se describe 1500 plantas.

Otros botánicos importantes son: Jean y Gaspard Bauhim (Franco Suizos, 1541 – 1613 y 1560 – 1624), John Ray (Ingles, 1627 – 1705), Joseph Pitton de Tournefort, (Francés 1656 – 1708).

A partir del siglo XVII sé amplia el campo de acción de la botánica, comienza a desarrollarse la fisiología vegetal.

A la mitad del siglo XVII la utilización de los aparatos ópticos de aumento revoluciona el campo de la biología. Robert Hooke (Ingles, 1635 - 1703) hace observaciones al microscopio de objetos, escogidos al azar, de origen animal, vegetal y mineral. En 1665 publica el resultado de sus trabajos en la obra Micrographia. Se dio cuenta que en los vegetales se distinguía estructuras cerradas en forma de saco que llamo “Células”.

Sin embargo, la fundación de la anatomía vegetal se debe atribuir Nehemiah Grew, (Ingles 1641 – 1712) y a Marcelo Malpighi (Italiano, 1628 – 1694), ambos médicos que se interesaron por la anatomía vegetal. Estos investigadores trabajaron independientemente y combinaron estudios comparativos de la morfología externa de las plantas con el examen de sus estructuras internas al microscopio llegado a ideas y conclusiones semejantes. La obra más conocida de Grew es The Anatomy of Plants, Malpighi publicó Anatomy Plantarum Idea. Confirmaron la observación de Hooke en el sentido de que las células constituyen la estructura normal de todos los órganos vegetales de las muchas especies que estudiaron.

Grew demostró la existencia de vasos en la madera, de fibras en la corteza y de pareénquima en la médula y la corteza de los tallos. En los tallos reconoció la epidermis, corteza, Xilema, médula y radios. Los esfuerzos de Grew y Malpighi contribuyeron a conocer más sobre el rango de variabilidad de la forma en las células vegetales, también distinguieron estructuras especializadas, tales como estomas, pelos glandulares, engrosamientos de los vasos y traqueidas, lenticelas, canales de resina y probablemente también floema.

Carl Von Linneo (1707 – 1778) se le atribuye el más perfecto de los sistemas de clasificación artificial de las plantas. Linneo crea una clasificación de 24 clases fundadas sobre la distribución de los sexos en flores y las características del androceo; posteriormente a Linneo otros botánicos tratan de establecer las bases de sistemas naturales de clasificación; entre ellos encontramos a Bernard de Jussieu (Francés, 1699 – 1777) y su sobrino Antoine Laurent de Jussieu (1748 – 1836), J. B. Lamarck (Francés, 1744 – 18829), Augustin Pyrame de Candolle (Franco – Suizo, 1805 – 1849), y otros. Debemos esperar a llegar al siglo XIX para que se consoliden los intentos previos de clasificación natural y filogenético.

La botánica aumenta su importancia, sobre todo en Alemania que van a mantener el liderazgo por un siglo. Los botánicos alemanes producen un gran volumen de investigaciones de alta calidad haciendo aportes que van a ser fundamentales no superados.

Los principales avances en el campo de la botánica durante el siglo XIX, están relacionados con: anatomía, morfología, conocimientos de los ciclos de vida, fisiología, elaboración de clasificaciones cada vez más naturales y filogenético.

El botánico Mathias Schleiden (alemán, 1804 – 1881) y el fisiólogo animal Theodor Schwann (alemán, 1810 – 1882), formularon la teoría celular que establece que todos los organismos vivos están formados por células. Las estructura celular en plantas había sido reconocida desde el siglo XVIII, debido a la presencia de paredes celulares visibles en los tejidos vegetales, ellos definen el campo de investigación más importante en botánica por varios años. Finalmente se describen órganos especializados en las plantas. Vegetativos y reproductivos.

Hugo Von Mohl (alemán, 1805 – 1872) hace extensivos trabajos anatómicos por espacio de unos treinta años. Estudia el proceso de formación de la pared y establece que los engrosamientos se producen internamente sobre la pared inicial de la célula, reconoce en principio la distinción que se hace modernamente entre lámina media, pared primaria y pared secundaria y elucida el modo de formación de las punteduras y los espacios intercelulares. Con los trabajos de Von Mohl en anatomía y los Hofmestes sobre la alternancia de generaciones en plantas superiores se esboza una teoría unitaria sobre la estructura, el desarrollo y la reproducción de las plantas terrestres.
Un aporte muy interesante a ser el de Gregorio Mendel (Austríaco, 1822 – 1884), inicia los estudios sobre la herencia trabajando con Pisum sativum (guisantes). Los resultados más importantes de su labor fueron publicados en las Actas de la Sociedad de Ciencias Naturales de Brünn, en 1866. Con su trabajo queda establecida la genética en sus fundamentos y métodos. La obra de Mendel va a pasar desapercibida y solo redescubre una vez conocidos los cromosomas y los procesos de mitosis y meiosis, debido a los avances de la citología, a finales del siglo XIX. Su obra constituye el punto de partida del mendelismo o primera fase de la genética, según los caracteres hereditarios eran independientes unos de otros.

Entre 1859 y 1856 Julius Sachhs (Alemán, 1832 – 1897) inicia la filosiología experimental en plantas. Se da cuenta de que la formación de almidón en las plantas está asociada a la presencia de clorofila en los cloroplastos y que es absolutamente dependiente de la acción de carbono en la atmósfera.

La importancia de la sustancia que colorea las hojas había sido antes de los trabajos de Sachs, y dos fisiólogos franceses, P. J. Pelletier y J. Caventou, la aíslan en 1817 y le dan el nombre de clorofila.

Eduard Strabgurger (Alemán, 1844 – 1912), en investigaciones que inicia hacia 1875, descubre los detalles de la división nuclear en plantas y es uno de los biólogos que primero sugiere que los cromosomas son portadores y transmisores de los caracteres hereditarios. Observa la fusión nuclear en los óvulos de gimnospermas y angiospermas.

Charles Darwin (Inglés, 1809 – 1882), publica su obra el origen de las especies (1859) se originan una serie de discusiones y controversias que determinan un mejor conocimiento de las relaciones entre plantas. Se establece gradualmente el concepto de continuidad en el tiempo desde las formas inferiores hasta las superiores y las antiguas clasificaciones son desplazadas por los sistemas basados en la evolución.

Además la naturaleza de los líquenes es demostrada en 1867 por Schwendener. Se estudian los ciclos de la vida de algas u hongos.

LA BOTÁNICA EN EL SIGLO XX

La botánica, como ya hemos visto, se diversifica muchisimo en el siglo XIX, apareciendo nuevas líneas de investigación que se apoyan en los avances tecnológicos obtenidos por otras ciencias. En botánica se consolidan las distintas ramas de investigación: genética, bioquímica, fisiología, citología, microscopía, ecología, investigación agrícola, morfología y anatomía, embriología, etc.

En la década del cincuenta se inician los estudios que permitieron determinar la naturaleza molecular del gen. Se logra conocer la estructura del material hereditario, ADN (ácido desoxirribonucleico) y que esta molécula codificadora de la información.
Otro campo de la botánica que tiene ver con los fenómenos de crecimiento y desarrollo, y las sustancias activas asociadas, se determinan tres grupos principales de sustancias naturales de crecimiento: auxinas, giberalinas y citoquininas. La primera que se aísla es el ácido 3 – indolacético nombrada auxina, en 1926 Kurosawa (Japonés) inicia los estudios sobre una enfermedad de arroz producida por el hongo Gibberelia fujikuroi y en 1938 se aísla la giberalina. En 1956 Skoog y colaboradores aíslan la cinética, una de las citoquininas.

Los estudios morfogenéticos llevaron a desarrolla el área de los cultivos de los tejidos a fin de seguir los procesos de histogénesis y organogénesis de meristemas hasta su completa diferenciación.

En este campo un trabajador ya clásico, muy discutido y reconocido es el de Stewrd en 1958, donde a partir de una célula de zanahoria desarrolla una planta completa.
A finales del siglo XIX algunos autores habían mencionado la influencia del número de horas de luz que recibe la planta sobre el crecimiento. Pero no es sino hasta este siglo que se entiende que la floración de muchas plantas depende de que la longitud relativa del día y la noche. El fenómeno recibió el nombre de fotoperiodismo. Las plantas pueden ser clasificadas como plantas de día corto, plantas de día largo, plantas de día neutro y plantas intermedias.

Otra área del conocimiento botánico muy investigada actualmente es la genética vegetal. El aumento creciente de la población obliga a la búsqueda de plantas más rendidoras. En esta rama manipulan las plantas a fin de obtener híbridos con características ventajosas. Las características que se buscan pueden ser: mayor valor de alimentación, resistencias a las enfermedades, longevidad, adaptabilidad ecológica, valor ornamental, mayor productividad.

Los híbridos naturales son infértiles, por lo cual el descubrimiento permaneció durante muchos años como una curiosidad. Sin embargo los botánicos pensaron que estas plantas tenían grandes posibilidades ya que combinaban el alto contenido proteico del trigo con el alto contenido en lisina del centeno.

Estos híbridos fueron seleccionados hasta que se obtuvieron plantas productoras de un grano que pudiera competir exitosamente con los cereales tradicionales.

LA BOTÁNICA EN VENEZUELA

En Venezuela los estudios botánicos se iniciaron con los primeros exploradores científicos que nos visitaron durante el siglo XVIII y entre ellos encontramos a Per Loefling (Sueco, 1729 – 1756), discípulo de Linneo y a Niklausvon Jacquin (Holandés, 1727 – 1817). Anteriormente los conocimientos botánicos en nuestros país eran utilitarios y se deben a los cronistas españoles de la época de la conquista, como: López de Gomara, Fernández de Ovideo, el padre Gumilla, etc.

El punto de partida de las actividades botánicas en Venezuela puede fijarse en la visita de Alexander Von Humbolt (Alemán, 1786 – 1859) y Aimé Bompland (Francés, 1773 – 1858), entre 1799 y 1800, quienes realizaron exploraciones por los estados Sucre y Monagas, la Silla de Caracas, los Valles de Aragua y Carabobo, Llanos de Guarico y Apure y ríos Negros y Caciqueare. Posteriormente visitaron otros países americanos: Colombia, Ecuador, Perú, México, Cuba y Estados Unidos, en un recorrido que duró cuatro años, el material botánico recogido en todo el viaje por América abarcó 60.000 plantas de las cuales 6.300 fueron nuevas para la ciencia; en Venezuela se coleccionaron aproximadamente 1.170 plantas.

La obra de Humboldt y Bompland ejerció una gran influencia en el mundo europeo de aquella época y por ello durante el siglo XIX nos visitaron numerosos naturalistas, principalmente alemanes, deseosos de conocer y estudiar estas regiones. Hubo que destacar durante este periodo la labor de Der. José María Vargas, al brindar facilidades a los viajeros y ser él mismo un coleccionista importante. Los exploradores que nos visitaron después de Humboldt y Blomplnd podemos citar a Karl Kartesn, quien esta enterrado en la Colonia Tovar, Hermen Karsten, Richard Spruce, Ferdinand Appun, August Frendler y otros. Entre los venezolanos, k además del Dr. Vargas, también se interesaron en botánica Fermín Toro y J. Benitez. En nuestro país existía muy poco interés por hacer coleccionistas y estudios botánicos por esta razón el material colectado por los naturalistas extranjeros es llevado a los grandes centros científicos de la época que, por otra parte, era los patrocinantes de las expediciones.

A fines dl siglo pasado y comienzos de este llegan a Venezuela dos botánicos cuya importancia principal es que van a tener discípulos. El primer de ellos, el Dr. Adolfo Ernst (Alemán, 1832 – 1899) Llega a Caracas en 1861 dedicándose a la enseñanza de las Ciencias Naturales, y se establece en el país hasta su muerte. Escribe muchas monografías sobre plantas acuáticas, maderables, medicinales; uno de sus trabajos más importantes fue Idea General de la Flora de Venezuela. El otro gran maestro de aquella época, el Dr. Henri Pittier (Suizo, 1857 – 1950), se queda en Venezuela desde 1913 hasta su muerte. Hizo muchas investigaciones florísticas y taxonómicas, y fue el responsable de la creación del Herbario Nacional de Venezuela, que en la actualidad funciona adscrito al Instituto Botánico del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales Renovables. (MARNR).

En 1926 publicó el Manual de las Plantas Usuales de Venezulea que incluye descripciones de estas plantas sus aplicaciones en medicina casera y otros usos. También publicó en 1947, junto con Tobías Lasser, Victor Badillo, Zoraida Luces de Febres y Schnee, el Catálogo de los Géneros de Venezuela.

La botánica en Venezuela ha tenido un gran auge. Varios núcleos botánicos se han desarrollados desde entonces en diferentes instituciones universitarios, entre las que destacar: las Facultades de Agronomía y Farmacia, y la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, la Escuela de Biología de la Universidad de Oriente, Las Facultades de Ciencias, Ciencias Forestales y Farmacia de la Universidad de los Andes, en otros núcleos universitarios creados recientemente, se desarrollaron aspectos botánicos.

En la Escuela de Biología de la Universidad Central de Venezuela han trabajado botánicos muy distinguidos del país como Tobías Lasser, Leonardo Aristeguieta, Zoraida Luces de Febres, Ernesto Foldats, Ingrid Roth, Volkmer Vareschi y otros. Debemos citar también a Víctor Badillo, Francisco Tamayo, Ludwig Schnee, Julian Steyermark que han desarrollado su actividad en otras instituciones.

También en el (IVIC) Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, se desarrolla una actividad botánica a través de sus departamentos de Ecología y Fitopatología. Las Instituciones oficiales como el Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales Renovables y el Ministerio de Agricultura y Cría realizan investigaciones en áreas de botánicas. También Organismos Privados como la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales la Salle estimulan a través de sus publicaciones y de las estaciones que mantienen diversas áreas de investigaciones entre las cuales se encuentran botánicos.

Todas las ramas de la botánica se han desarrollado en Venezuela, pero no obstante es interesante resaltar que nuestra flora todavía no es bien conocida. Se ha hecho muestreos botánicos por todo el territorio nacional. Así mismo el número de Jardines Botánicos es pequeño, el Jardín Botánico de Caracas, el Jardín Xerófito de Coro, y en la actualidad están en desarrollo el Jardín Botánico de Maracaibo y el Jardín Botánico de la Universidad de los Llanos.

En los últimos 10 años ETERN en 1966 dice que cada vez que se reúnen los botánicos a nivel mundial, se trata de unificar los criterios y ordenar los desordenes, hasta cierto punto.

Como profesor en el Departamento de Biología. Escuela de Ciencias universidad de Oriente ha tenido que enseñar algunas disciplinas botánicas a niveles de Pre y Postgrado. El problema común es la identificación y nomenclatura de los Taxa y la Nomenclatura Botánica (STAFLEU 1972). Así mismo siendo una zona tropical sin exploraciones suficientes cada vez más se encuentran solo Taxas nueva para Venezuela, sino para la Ciencia (STEYESMARK 1951 – 1968)

En este sentido encontramos una labor fructífera del instituto Botánico en Caracas, en cuanto a la publicación periódica de “Flora de Venezuela” de Tobías Lasser en 1964 las publicaciones periódicas de otros centros de la actividad botánica en el país como en Mérida (BERNARDI, 1962, López Palacios 1977) o en Maracay (Facultad de Agronomía).

Se ha elaborado una guía para su uso:

- Evitar en lo posible una guía para su uso.
- Catalogan los nombres genéricos con los autores respectivos, utilizando para ello los datos de los Códigos de la Nomenclatura Botánica.
La botánica se ocupa por consiguiente de las plantas no como una estructura estática para cortarla, despedazarla y describirla si no como un sistema viviente dinámico y capaz de reaccionar, que funciona, crece se reproduce a sí mismo.

Los botánicos de hoy estudian los procesos de la vida en los ejemplos que presentan los variados miembros del reino vegetal.

ESTUDIOS BOTÁNICOS EN VENEZUELA


Comienza cuando vienen varios botánicos europeos; según parece, la Corte solicitó al notable botánico sueco Carlos de Linneo, su colaboración para el estudio d las plantas americanas y éste designó a su discípulo predilecto, Pedro Loefling quien fue nombrado miembro de la Expedición de Límites de 1756, presidida por Jos1é de Iturriaga. Fue Loefling el primer botánico que llego al país y quién efectúa recolecciones en el oriente (1754 – 17755); luego, en 1756, estuvo en el Orinoco, donde lamentablemente falleció de fiebres perniciosas, pero quedó su manuscrito, “Flora cumanensis”. Linneo examinó, clasificó sus colecciones de plantas y publicó sus resultados en Plantae Americanae. Luego, otros vinieron por corto tiempo, así, a las costas de Coro, el barón Nicolás Joseph von Jacquin , holandés, fitólogo , quien fue director de los Jardines de Schonburnn (palacio imperial de Viena). Estuvieron en Caracas entre 1786 y 1788, los jardineros colectores Bredemayer y Schutt, de la Expedición de Maertner; sus colecciones fueron examinadas por Jacquin.

ESTUDIOS BOTÁNICOS POR EXTRANJEROS (SIGLO XIX)

Con permiso de la Corte, llegan al país Alejandro de Humboldt, alemán, geógrafo y naturalista y Aimé Bompland, francés, médico y botánico, quienes de 1799 a 1800, recorren el oriente y sur; Bonpland recolctó la mayoría de las plantas. En 1808 publicaron en París la obra Plantae Aequinoctiales y, de 1815 a 1825, en colaboración con el botánico Kunth, Nova Genera et Species plantarum, donde describieron 1.170 plantas venezolanas; luego, en el libro Viaje a las regiones Equinocciales del Nuevo Continente, en 1816; reseñaron 60.000 plantas y descubrieron 6.300 nuevas especies nativas, entre otras, la cuspa o cusparia (cusparia trifoliata), con la cual los misioneros le trataron las fiebres que contrajeron en Guayana. Sus estudios dieron a conocer la flora y fauna de Venezuela e interesaron a muchos otros.

Los estudios de Botánica tuvieron en Venezuela un gran desarrollo con la llegada de exploradores, quienes empezaron a venir desde los comienzos de la República: así, entre 1818 y 1846, estuvo Lockhart; en 1823 y 1824, llego Goudot a Puerto Cabello; en 1824, Ausgusto Plée visitó a Maracaibo. Después de la Guerra de Independencia, de 1836 a 1861, Johann Wilhelm Kart Moritz se estableció en la Colonia Tovar y recorrió, además, los llanos y los Andes; en 1838, Robert H. Schoburgk, alemán al servicio de Inglaterra, vino desde Brasil, recorrió las regiones del Roraima y del Orinoco; en 1840 y 1841, estuvo G. Fr. Ed. Otto (1812 – 1885); en 1841, Jean Jules Linden, L. J. Schilim y N. Funk, recorrieron la parte Norte de Venezuela; en 1845, volvieron Schilim y Funk; de 1841 a 1855, el diplomático holandés Reinhardt van Lansberge, recolectó y envió a Europa muchas plantas vivas, en especial orquídeas; durante 3 años, de 1843 a 1846, Hermanm Karsten, recorrió la zona central, luego volvió en 1847 y visitó la costa, publicó sus observaciones en la Florae columbiae terrarumque adjacentium specimina selecta; y para 1848 vino Herman Wageer, que estuio la costa y Mérida; de 1849 a 1859, Karl Ferdinand Appun, recorrió el país y público su viaje en el libro En los Trópicos en 1871.

Para mediados de siglo XIX, 14 botánicos extranjeros habían estudiado, hecho recolecciones y publicado acerca de la flora del país. Aunque algunos se residenciaron durante varios años en Venezuela, casi todos regresaron a su país de origen, con excepción de Moritz que se quedó definitivamente, pero que no formó escuela. A mediados de siglo (1851), llega W. Pudie, que realiza una expedición botánica, pero no se tienen sus datos; 1852 a 1857, el farmacéutico alemán J. Golmer, se radicó en Caracas y estudio su flora; de 1853 a 1857, Augusto Fendler, hizo exploraciones en la Colonia Tovar; en 1853, Richard Spruce, inglés, exploró el río Negro y reunió 1.000 especies muy bien estudiadas que publicó en Flora Brasiliensis; en 1854 el alemán Birschell, de Hannover, vino a recolectar plantas; en 1861 llegó, procedente de Puerto Rico, René de Grosourdy, médico y químico francés, quien había estudiado la flora de esa isla. Por esa misma época (1861), llega a Venezuela Adolfo Ernst, quien publicó numerosos trabajos de taxonomía y, en particular, sobre plantas venenosas y ornamentales. Posteriormente, vinieron otros naturalistas y botánicos; en 1864 el coronel Wirt Robinson; en 1873, Otto Kunze; en 1875 estuvo M. V. Lyon, en 1883, F. R. A. Johow y A. M. F. Schimper, quienes colectaron plantas en los alrededores de Caracas y en las costas; en 1896, obtuvieron importantes colecciones H. H. Rusbyy Roy W. Squires en el bajo Orinoco y, entre 1897 y 1898, el naturalista inglés Eugene André visitó la región del Caura.

En conjunto, durante el siglo XIX, se sabe que realizaron estudios botánicos en Venezuela, un total de 29 científicos extranjeros, ellos enviaron sus colecciones a museos de sus respectivos países y publicaron, principalmente. Estudios taxonómicos; esto permitió ampliar los conocimientos científicos botánicos de las plantas del país y dar a conocer sus aplicaciones en el exterior, pero, aquí en Venezuela no se divulgaron y tuvieron poca influencia, ya que las obras publicadas como resultado de dichas investigaciones lo eran en el latín o en la lengua de sus autores, lo cual dificultó su lectura; a ello se agregó la inestabilidad política nacional que no permitió su debido aprovechamiento,. Tres de ellos se residenciaron definitivamente en el país, Mortz, Golmer y Ernst, pero sólo éste formó una escuela de Historia Natural.